miércoles, 28 de diciembre de 2016

CHÁVEZ Y EL PROBLEMA DE LOS ALIMENTOS, LOS BILLETES Y EL DÓLAR

¿Cuál es la solución al problema de los billetes?

Mucho se comenta lo que salta a la vista para cualquier venezolano, todavía no hay billetes, pero poco se ha dicho sobre las causas del fenómeno, eso justamente es lo que pretendemos exponer asumiendo el llamado del Presidente de la República a que apoyemos su gestión y la búsqueda de soluciones.

¿Cómo y por qué se llevan los billetes?
Conversando con un amigo argentino él me decía, no entiendo por qué compran los billetes de 100 Bs. A 120 Bs. en la frontera. La razón está en el mecanismo que permite la transacción y que poco se comenta, y es la tasa de cambio del dólar ilegal, es decir, las altas tasas de cambio de dólar today y el llamado dólar cúcuta permiten obtener muchos bolívares con pocas divisas, por tanto, si se venden divisas a 5 mil bolívares no constituye ninguna pérdida comprar billetes de 100 a 120. Todo esto parece un trabalenguas pero comienza a asomarse la causa, el problema de la compra de los billetes venezolanos subyace en la disponibilidad de dólares, y esa disponibilidad proviene del trasbase que hacen desde la oligarquía financiera y comercial venezolana, hasta comerciantes y “empresarios productivos patriotas y apátridas”. Resumiendo en otras palabras, los dólares que el Estado Venezolano otorga a los empresarios a tasas preferenciales son usados para importar y para poner a funcionar la centrífuga de la que habla el Presidente Maduro, y así matan no se sabe cuántos pájaros con una sola bala que otorga el Estado: las divisas. Importan cualquier cosa que venden al precio absurdamente alto que se les ocurra, ralentizan la distribución dado que generan descontento y sus tasas de ganancias hacen palidecer lo que Marx llama la Baja tendencial de la tasa de ganancia, aunque por supuesto Marx se refiere al sistema capitalista en general, nosotros hablamos del capitalismo periférico y singular que opera en Venezuela.

Las Medidas que toma el Estado Venezolano
Siempre es importante apoyar las medidas que tome el Gobierno Bolivariano, pero eso no implica no mencionar omisiones o dejar de mencionar las causas de los problemas, ejercer el criterio, criticar de manera constructiva. Por ejemplo, el llamado nuevo cono monetario no es una medida que se tomó por la desaparición del billete de 100, se había tomado para sincerar la escala de la moneda venezolana respecto a las operaciones cotidianas y de embergadura en el ámbito monetario, por tanto era una previsión directa del Banco Central que no se hizo como corresponde a un marco de circunstancias como el que tenemos de ataque permanente, el Banco Central de Venezuela debe ejercer un rol más firme en la protección de la moneda, no se puede justificar que ante la fuga de los billetes de 100 durante un lapso de tiempo, la única medida que se tomó fue la emisión de nuevos billetes.

El ataque empieza y termina con las divisas
Para resolver el ataque hay que saber desde dónde nos disparan, y lo sabemos, la cotización del dólar ilegal es el marcador de precios que usan los comerciantes, esto es posible -aunque se diga que no hay parámetros para la cotización que publican por internet o en Cúcuta- porque el Estado sigue otorgando divisas a los empresarios, pone a circular divisas para que se importen alimentos, medicinas cuyo destino después depende de los fiscales de la superintendencia de William Contreras, que hace su esfuerzo, pero es el esfuerzo equivalente a tapar cada orificio de una regadera sin intentar cerrar la llave que da acceso al agua. 
En el caso de los alimentos se otorgan licencias de importación y divisas a privados para que traigan alimentos y después se los compramos en bolívares para distribuir en los claps o el mismo privado se presenta como “salvador” en las instituciones ofreciendo operativos de comida para los funcionarios y trabajadores del Estado a precios justos. Cabría preguntarse:
¿Por qué Pdval, Mercal, Bicentenario no importan y distribuyen eso directamente, es decir, por qué el Estado en vez de otorgar las divisas a privados nuevos ricos no importa los insumos y los distribuye?
¿Por qué Casa luego de centralizar los alimentos e insumos otorga las ventas dentro del país a los privados y no los distribuye el Estado?
¿Por qué las herramientas de distribución de alimentos que tiene el Estado no tienen liquidez para adquirir lo que CASA centraliza y asigna?
Repetimos, el ataque a la moneda, la cotización ilegal es posible porque el propio Estado pone a circular las divisas preferenciales que terminan en buena medida en el mercado ilegal, la existencia de esas divisas es lo que sostiene lo que hace dólar today, y así llegamos al meollo del asunto: si se corta el flujo de divisas preferenciales a los privados el mercado ilegal y dólar today serían inofensivos, la centrífuga no tendría divisas que sacar del país.

Chávez tomó las medidas que aún no se aplican
Seguramente los expertos como “Jesucristo” no estarán de acuerdo y hablarán de la economía concentrada, de los oligopolios, siempre desde excelentes diagnósticos que adolecen de medidas efectivas, aquí transcribimos un audio donde el propio Comandante Chávez avala el control de las divisas y el comercio exterior por parte del Estado, dirán que el contexto es otro, que habría que ver las circunstancias en las que Chávez dijo todo esto, no obstante, conserva plena vigencia, ojalá alguien desempolve el decreto de Chávez y lo aplique:
“…Me estoy refiriendo al tema de la creación de una corporación de importación y exportación pero Estatal, bueno, para quitarle a la burguesía la hegemonía importadora. Nosotros parecemos pendejos, dándole los dólares a la burguesía, a la pequeña burguesía, y ellos importan, subfacturan, sobrefacturan, compran en el exterior cualquier cosa que valga un dólar y vienen acá y lo venden por cinco dólares y el equivalente en bolívares y además piden más de lo que realmente cuesta, eso es un factor común que hay que estar es luchando, pero es que es una cultura, eso está sembrado profundamente en los sectores de la burguesía nacional, que no es nacional, es más bien transnacionalizada, aquí nunca hubo burguesía nacional… aquí se creó un modelo capitalista transnacional, eramos una colonia, no es como Brasil(…) Ahora, entonces hoy firmé el decreto de creación de una corporación de importación y exportación, para ir desplazando la hegemonía de la burguesía en el manejo de los recursos que son de pueblo.”


El Gobierno tiene la palabra, el pueblo resiste pero necesita percibir que avanzamos hacia la solución, necesita que el Gobierno Bolivariano asuma al enemigo que denuncia.

sábado, 15 de octubre de 2016

PASAR A LA OFENSIVA REVOLUCIONARIA

Este viernes 14 de octubre será un día de esos donde la historia se condensa, será un hito recordado por todos los venezolanos comprometidos con la Independencia y la Soberanía Nacional, asistiremos a un acto de reafirmación del Estado Venezolano como garante de los intereses del pueblo antes excluido, el Presidente de la República Nicolás Maduro firmará el decreto mediante el cual la Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia avalará la aprobación del Presupuesto de la Nación para el año 2017. El presupuesto destinado en más del 70% a darle continuidad a las políticas sociales del Gobierno Revolucionario ha sido ignorado por la actual Asamblea Nacional y será aprobado por su principal destinatario: el pueblo venezolano.
            La aprobación del Presupuesto 2017 es una obligación del Estado, no puede detenerse,  este 14 de octubre se reafirmará que el poder real reside en el pueblo organizado, participando, y no en las estructuras formales puestas al servicio de la oligarquía. Antes se encuentran las Misiones Sociales que garantiza el Gobierno Revolucionario y se concretan a través del presupuesto de la Nación.

¿Por qué la Asamble Nacional se opone a la aprobación del Presupuesto 2017?

            La oligarquía representada en la Asamblea se opone a la aprobación del presupuesto porque las Misiones Sociales distan de las medidas neoliberales tomadas en el pasado por ellos y que forman parte del programa de ajuste que siempre estará en su agenda, programa que incluye otorgarle al FMI la función de determinar la política económica y social del país, es lo que ellos llaman ajustes estructurales o medidas para la “estabilización económica” del país que intervienen, en sencillas palabras el programa de ajuste tiene que ver con los préstamos que otorga el Fondo Monetario Internacional, esos que pretende Lorenzo Mendoza garantizar junto a Ricardo Haussman (ministro de cordiplan de Carlos Andrés 2). Ahora bien, según esta lógica, para que paguen los Estados esos préstamos tienen que ahorrar, ahorrar para poder pagar y, para ahorrar tienen que dejar de gastar, y dejar de gastar significa: disminuir el gasto corriente, que en el caso de Venezuela significa disminuir el gasto social, suprimir los subsidios, misiones o cualquier otro resquicio de gasto que impída pagarle al FMI, reducirían el tamaño del Estado, millones de puestos de trabajo serían eliminados, reducirían el salario de los que queden, no habría Ley del Trabajo que evitara la flexibilización laboral. Y por supuesto, venderían todos los activos vendibles: PDVSA, CANTV, CORPOELEC, CONVIASA…
            Por eso el 14 de octubre estuvimos allí en el Panteón Nacional, haciendo historia, reafirmando la Plena Sobernía y la Independenia Nacional que nos legara el Comandante Chávez, pasando a la ofensiva revolucionaria junto al Presidente Maduro, demostrándole al mundo que la Revolución Bolivariana tiene el apoyo del pueblo, de los trabajadores, concientes de su futuro.  
¡Viva la Indepencia y la Soberanía Nacional!

¡Vivan las Misiones Sociales Revolucionarias!

viernes, 14 de octubre de 2016

ATAQUES A CITGO BUSCAN TORPEDEAR OPERACIÓN DE CANJE DE BONOS DE PDVSA

Es un secreto a voces que el diario El Nuevo País y su director reciben línea directa de las agencias de inteligencia norteamericanas. El sábado 8 de octubre publican un artículo titulado: Rosalinda no vale nada, donde refieren como fuente un informe de la agencia Bloomberg, sirviendo de caja de resonancia de la estrategia imperial que busca torpedear el canje de bonos de Pdvsa con nuevo vencimiento en 2020. Los ataques se complementan con la demanda anunciada por Conoco Philips en Delaware-E.U., que aspira minar la confianza en el canje a la vez que anuncian que pretenden quedarse con Citgo al no haber aceptado las condiciones para permanecer en la Faja Petrolífera del Orinoco.

Operación Financiera de alto nivel

El canje de bonos anunciado por Pdvsa tiene algunas características que es necesario señalar:
  • ·   Los bonos fueron emitidos hace 10 años, en ese momento la emisión permitió el avance y las inversiones del Plan Siembra Petrolera, y en ese lapso se han honrado los compromisos que generan semestralmente.
  • ·      La operación de canje es voluntaria, los tenedores pueden cambiar bonos con vencimiento en abril y noviembre de 2017 por unos bonos que vencen en 2020.
  • ·      Pdvsa ofrece condiciones a los tenedores para hacer atractivo el canje: una tasa de 8 ½ %, además del respaldo de Citgo, el cual implica crear confianza en los tenedores sin erogar dinero adicional.
  • ·      Al ser voluntario el canje, este ataque busca crear desconfianza en el respaldo de los bonos: que no sólo es Citgo, es además Pdvsa como empresa estatal, 5ta. Empresa más importante del mundo luego de Saudi Aramco, Nioc, Exxon y CNPC, que exhibe la reserva de petróleo más grande del planeta, la cual representa el 25% de las reservas totales de la Opep y el 20% de las reservas mundiales.
  • ·      Torpedear la operación de canje persigue crear dificultades al Gobierno Venezolano en su empeño de continuar garantizando con precios e ingresos bajos sus políticas sociales.
  • ·     La operación se estima en 7 mil millones de dólares, necesarios para las inversiones de Pdvsa y el Estado Venezolano en medio de la crisis de los precios del petróleo.

La estrategia de los países centrales del capitalismo implica diversos frentes de batalla, desde la acciones del Frente Al Nusra en Siria, el Estado Islámico, que realizan operaciones de venta de crudo (en Irak, Siria, Libia) que complementan el fracking norteamericano, pasando por el forcejeo diplomático, las acciones en América Latina orientadas a cercar “el mal ejemplo” de la Revolución Bolivariana, todo apuntala la estrategia imperial de preservación del capitalismo monopolista.
Son dos modelos enfrentados, uno, el de la dominación global, impuesta a sangre y fuego, el otro, el Socialismo Bolivariano, que sigue el cause revolucionario iniciado por Cristo.

jueves, 6 de octubre de 2016

O NOS DIFERENCIAMOS O ERRAMOS

La paráfrasis de la frase del maestro del Libertador se hace necesaria en momentos de crisis, donde la improvisación es mala consejera.

Mucho se habla de la situación concreta, cotidiana, en cada esquina: unos se quejan de la situación y endosan responsabilidades únicas que esconden la interna e individual esperanza de volver a la época del cupo de viajero en la tarjeta de crédito, la importación directa de aparatos de última generación y las compras en el supermercado sin mirar los precios, la cantidad de artículos a consumir además de pagar como magnate petrolero sin importar el importe de la factura. Otros, irracionalmente esperan que caiga el gobierno a ver si la situación termina y pueden volver a viajar.

Lo cierto es que no hay pensamiento estratégico, perspectivas que reflejen una visión de futuro, las distorsiones en la economía nos regresaron a una suerte de época de la recolección para alimentarse inmediatamente, el análisis es tan básico como el hecho de alimentarse.

En este marco de circunstancias no se permite el raciocinio, se suspende la estrategia, lo que no refleje problemas directos no cuenta. Así, el proyecto oligarca tiene carta blanca para expresarse y hasta para exponerse.

Veamos un ejemplo, Fausto Massó escribe hace algunos días esta perla:

         “…Hay la sospecha de que tan pronto aumente el precio del petróleo se volverá a la fiesta estatista, porque ya no se necesitarán inversiones. Por eso mientras no se privatice el petróleo, lo que sigue siendo una herejía siquiera mencionarlo en Venezuela, imperará el estatismo, Pdvsa debe pasar a manos privadas, o continuaremos siendo una economía estatista.
        ¿Ocurrirá esto? No, porque en el corazón del venezolano sigue siendo un dogma de fe creer que el petróleo deba ser nuestro. No hemos aprendido.”


Pudiéramos terminar este artículo con esta elocuente cita, no obstante, queremos decir algunas cosas más que permitan diferenciarnos de la política antivenezolana que propone el inefable fausto.

Si en alguna medida hemos podido enfrentar la abrupta caída de los precios del petróleo y nuestro ingreso como nación es gracias a que Pdvsa es una empresa de Propiedad Social, es eso lo que determina que podamos tener una política cambiaria, de asignación de divisas, de importación de lo necesario, si la importación de lo necesario la dejamos en manos de los privados que distorsionan todo desde su afán de lucro esa es otra discusión, pero la garantía de superar la situación que vivimos es justamente la política de Plena Soberanía Petrolera, el control de la sociedad a través del Estado de su principal recurso, sin la Plena Soberanía Petrolera no podríamos plantearnos ninguna política cambiaria, fiscal, programa de industrialización, de protección de la población, no existiríamos como sociedad, seríamos subastados, nuestra identidad nacional se extinguiría.

Es el Estado Venezolano actual el único garante, la única posibilidad de velar por los intereses de los más vulnerables, los problemas de funcionamiento del Estado no deben negar la necesidad de su existencia, no será la empresa privada la que velará por los intereses de los humildes eso lo han demostrado siempre.

Es urgente fortalecer nuestros hitos, ellos publican sin pudor sus principios, nosotros escondemos los nuestros. La política de plena soberanía petrolera constituye parte esencial del legado de Chávez, no es momento de flaquear ante la presión oligarca, no son los empresarios lo que van a resolver el problema de los alimentos, al contrario, son los causantes. El control de las divisas por parte del Estado debe determinar la planificación integral de la economía, los alimentos que importa el país y que controla CASA, las licencias de Sunagro deben dirigirse a las herramientas que tiene el Estado para distribuir esos alimentos, los CLAPS deben conocer el proceso de importación y asignación de insumos y en base a ello organizar su estructura, no son necesarios empresarios emergentes que se encarguen de recibir insumos en sacos para empaquetarlos, que obtienen liquidez, financiamiento de alguna institución del Estado a cambio de operativos para sus trabajadores, todo el circuito debe planificarlo el Estado junto a la organización de los trabajadores, utilizando la técnica, los cálculos adecuados, se pueden atender 20 millones de venezolanos a través de la organización de los 4 millones de trabajadores de la administración pública, ese será el inicio de la derrota de la guerra económica.

Si nos empeñamos en solucionar los problemas creados por el capitalismo ramplón captador de divisas con más empresarios que debemos financiar no nos diferenciaremos de lo que históricamente ha sucedido durante un siglo y más en Venezuela, y si no nos diferenciamos erramos.

No se trata de radicalismos de izquierda, ni de estalinismo trasnochado, se trata del control de la clase obrera junto a su Estado del destino de la Patria de Simón Bolívar y el Comandante Chávez.

martes, 20 de septiembre de 2016

VENEZUELA Y EL PETRÓLEO

Desde principios del siglo XX hasta la actualidad la pugna sigue vigente   

La primera característica de la sociedad venezolana la constituye sin duda, el hecho de ser una sociedad capitalista y rentística al mismo tiempo, aspecto central para entender el desenvolvimiento de su estructura social y económica, acercarnos a esta realidad es posible desde varias aristas, veamos:

Desde el punto de vista histórico

A principio del siglo XX, la Venezuela antes del petróleo era una Venezuela precapitalista, era un país rural, fuera de las exportaciones de Café y Cacao y la actividad que generaba en puertos y a partir de las casas comerciales, era un país basado en la economía de subsistencia, cruzado por guerras civiles desde 1810, con caudillos ubicados por zonas de influencia, sin vías de comunicación, ni escuelas, pocos estudiantes universitarios. Es este el contexto que precede a la llegada de la explotación petrolera a partir de las primeras concesiones mineras otorgadas a empresas extranjeras a inicios del propio siglo XX, observemos ahora el marco en el cual se otorgaban estas concesiones.
“…La legislación minera venezolana establecía, a principios de siglo, la libre propiedad del Estado (…) este concepto implica que las minas constituyen propiedad estatal, con lo cual se les niega la propiedad privada sobre las mismas a los superficiarios…” 1 Esta legislación de origen minero provenía de la época de El Libertador Simón Bolívar en el siglo XIX, e implicaba la salvaguarda de la propiedad sobre minas y yacimientos a pesar de las facilidades que se otorgaban tanto a las empresas extranjeras como a la clase dominante de la época: los terratenientes. Podemos resumir el contenido de esta legislación a partir de los siguientes aspectos:
En la ley de minas de 1909 se establecen concesiones para la exploración y explotación petrolera a través de concesiones mineras por tiempo limitado (para controlar la explotación de los yacimientos) bajo la figura de contratos, con impuestos invariables y con opción a ser renovadas esas concesiones. La naturaleza de los impuestos que se establecen corresponden al que se percibe por parte del Estado al gravar cualquier otra actividad (como la agricultura, ganadería…).
La primera perforación exitosa ocurre en 1912, hasta entonces no existía la noción clara en los dirigentes del país, de la importancia que tendría el petróleo en el futuro de Venezuela. Se puede establecer el acaecimiento de la Primera Guerra Mundial como el punto clave que permitió esclarecer la extraordinaria importancia del petróleo tanto en la guerra como en la industria moderna en auge en el mundo, lo cual tuvo su correspondiente en nuestro país expresado en el cambio de la libre propiedad estatal a la propiedad nacional de los yacimientos. Veamos lo dicho por el Ministro de Fomento de entonces, Gumersindo Torres: “…Hasta hace poco, verdaderamente a ciegas se procedió en los contratos, que para exploraciones y explotación del petróleo se celebraron, por lo que de ellos pocas o ningunas ventajas ha obtenido la Nación…”2 Ya era patente la intención del Estado de entonces de llegar a una nueva situación que parte de la nueva definición de la Propiedad, definición que da origen a nuevas relaciones que Torres expresa de la siguiente forma “En concepto de la legislación venezolana vigente, las minas son de la Nación, puesto que su concesión es temporal. El impuesto minero es, por consiguiente, una participación en los beneficios…”. 3 
Es en este marco que se promulgaría en 1920 la primera Ley de Hidrocarburos de Venezuela. Veamos en palabras de Domingo Alberto Rangel algunas de las consecuencias del auge petrolero iniciado en esos años: “El circuito monetario, que comenzaba en la Venezuela anterior cuando se vendía la cosecha cafetera y se cerraba al utilizar la masa de divisas así obtenidas en el exterior, cambia ahora su centro de gravedad. La moneda venezolana encuentra en la oferta de divisas de las petroleras su principal manadero. Se abre el proceso en el momento cuando las compañías adquieren bolívares para pagar sus impuestos y salarios en el país. Y se cierra al disponer la economía nacional de aquellos recursos para financiar sus importaciones. La cosecha de café se ve relegada a un escalón subalterno porque ya no brotan de ella los ingresos monetarios que, a través de ese circuito, mueven los mecanismos del ingreso nacional”.4
Este desplazamiento en el ingreso nacional que va de la fluctuante actividad cafetalera a los ingresos provenientes de la actividad petrolera, en desarrollo por las empresas extranjeras, determina también la naturaleza de la burguesía mercantil venezolana, y sienta las bases de lo que hoy conocemos como la Venezuela rentista, es decir, esta burguesía mercantil en auge lo está al amparo del ingreso proveniente del petróleo, y no porque encabece el proceso de superación de las relaciones feudales en Venezuela, o dicho en palabras de Domingo Alberto “…El petróleo permitió ampliar los límites objetivos de la actividad mercantil sin ninguna transformación interna (…) El petróleo emancipa la demanda de las fuentes internas de producción. Al hacerlo es ya factible que el comercio crezca de espaldas a la realidad íntima del país. Aún con la más generalizada miseria campesina podían los comerciantes hinchar su prosperidad porque el ingreso petrolero, domiciliado en las grandes ciudades de la costa, sostenía una demanda de invernadero.” 5

El petróleo, fuente estable de ingresos para el país

Podemos resumir el impacto de la explotación petrolera antes descrito diciendo que el petróleo se convierte en una fuente estable de ingresos para el país, desplazando a la actividad agrícola pero sin que mediara una reforma agraria entre una sociedad precapitalista y una capitalista, que sostuviera un proceso de industrialización, de desarrollo de las fuerzas productivas. En cambio, el país comienza a acumular dólares y a importar, fundamentalmente bienes y servicios para satisfacer la “demanda de invernadero” ocasionada por las nuevas condiciones, y separada de las condiciones internas de producción. Es así como se hace necesaria una política monetaria que de cuenta de la nueva situación, que defina el uso de los crecientes ingresos petroleros.
Arribamos de esta manera a un punto clave, de definición de proyectos de utilización de la renta petrolera, y a la vez, se define el rumbo hacia el capitalismo rentístico, este punto clave es el debate Lecuna-Torres, que resumiremos a continuación:
Cuando el petróleo en Venezuela se traduce en una fuente de ingresos estable y rentable para el país, se establecen dos preceptos que a la vez suscitan la polémica Lecuna-Torres, estos son: uno, la captación de la mayor cantidad de ingresos posibles provenientes de la actividad petrolera. Dos, esclarecer el uso de esa alta renta. En el primer precepto ambas corrientes estaban de acuerdo aunque en la forma existieran matices, no obstante, en el caso del uso que debía darse a la renta captada era donde radicaba el origen de la polémica.
Gumersindo Torres establece el criterio del impuesto como participación en las ganancias, además de la renta del suelo, plantea que esa renta vaya a parar a manos de los terratenientes como fuente de ingresos para financiar el desarrollo de la tierra, de la agroindustria.
Por su parte, Vicente Lecuna aunque no está de acuerdo con que la renta del suelo vaya a parar a manos de los terratenientes, concentra su esfuerzo en argumentar que el “necesario” aumento del ingreso petrolero tiene su origen en los impuestos, dado que el petróleo explotado en Venezuela es destinado a la exportación, Lecuna plantea que se debe percibir una mayor renta por vía del aumento de los impuestos a las empresas extranjeras.
A pesar de la ambigüedad en los conceptos, es decir, renta es en este caso por igual impuestos y renta del suelo, ambas categorías componen el ingreso nacional que había que aumentar. Además, la discusión discurre sin tocar el concepto de propiedad nacional o privada, Lecuna propone la administración de los recursos percibidos por concepto de impuestos a través del Estado dado que para tal administración se servía por entonces de la banca privada, de la cual Lecuna era representante. Es así como se concilian ambas propuestas, los terratenientes perciben la renta del suelo y la banca lo que corresponde a impuestos. Pero aún nos queda el segundo precepto, el uso de la renta. En este sentido se hace necesario exponer de manera general las dos posiciones, presentes no sólo en la promulgación de la Ley de Hidrocarburos de 1920, o la de 1943, sino a lo largo de nuestra historia contemporánea: “De un lado, con una política de librecambio y aranceles bajos, y con la abundante renta petrolera puesta en circulación por los diferentes mecanismos del presupuesto gubernamental, se abarataría de inmediato y de manera considerable el nivel de vida en Venezuela, al importarse alimentos de todo género y productos de consumo…”.6 Esta es la posición de la banca y el sector comercial, que a la larga se impuso.
“…Del otro lado, se podían imponer altos aranceles proteccionistas para alentar las actividades económicas existentes, o para crear nuevas, lo que implicaba un alto costo de la vida interno, pero así se permitiría la transformación de la renta en capital productivo…”.7 Esta postura plantea utilizar la renta para subsidiar a los sectores golpeados dado el auge del petróleo (fundamentalmente la agroindustria, que tenía como principal rubro de exportación el café).
Este proceso de definición cierra el ciclo que comenzara con las primeras concesiones para la explotación petrolera, con el tratado de reciprocidad comercial con Estados Unidos (1939) que determina el triunfo del proyecto captador de divisas e importador. No obstante, el otro proyecto mencionado (el de Adriani, Egaña, Uslar) estuvo en el poder con Medina Angarita (1941-1945), período que resumiremos en el carácter del mismo, basado en el principio de intervención del Estado como única vía de superar el modelo imperante percibido como parasitario y distorsionado por efecto del rentismo petrolero, se contradice el tratado de reciprocidad comercial antes mencionado, se implanta el control de cambio para establecer prioridades en las importaciones, entre otras medidas orientadas a captar la mayor renta para invertirla con propósitos reproductivos.

El desenlace 

La oligarquía financiera y comercial reacciona, se agrupa en Fedecamaras, y con apoyo norteamericano, de Acción Democrática, la iglesia y la Fuerza Armada Nacional de entonces, derrocan a Medina Angarita.
Por razones de espacio, no expondremos aspectos importantes de esta etapa que incluyen el contexto internacional de entonces, nos conformaremos con haber expuesto hasta aquí, el proceso de gestación del capitalismo rentístico venezolano, que siguió su curso hasta la llegada del Comandante Hugo Chávez Frías y la Revolución Bolivariana al poder en 1998.

La tarea: Edificar el Socialismo

El devenir de la estructura descrita es una pugna de clases sociales, definidas no por la clásica posición respecto a la producción, sino por su cercanía a la renta, por su posibilidad de captarla y legitimar el destino y los mecanismos de distribución de esa Renta Internacional.
De la Venezuela de principios del siglo XX hasta la actualidad la pugna sigue vigente: de un lado, las fracciones burguesas transnacionalizadas y sus proyectos subordinados al mercado global, y por otro, el pueblo antes excluido y su gobierno, participando en la tarea de edificar el Socialismo desde sus bases materiales hasta la cúspide: la Conciencia Social.  

Notas:



1 Bernard Mommer. La distribución de la renta petrolera, el desarrollo del capitalismo rentístico  venezolano.
2 Bernard Mommer. La Cuestión Petrolera.
3 Idem.
4 Domingo Alberto Rangel. Los andinos al poder, balance de la historia       contemporánea 1899-1945.
5 Idem.
6 Asdrúbal Baptista. Itinerario por la Economía Política. La Economía Política de Venezuela.
7 Idem