domingo, 7 de agosto de 2016

La Producción y el Consumo de Energía en el capitalismo

        El presente ensayo pretende explorar la evolución, tendencias y balance de las fuentes de energía en América del Norte entre los años 2005 y 2016 (de acuerdo a los datos disponibles), estableciendo algunas de las características generales de los países que conforman esta región referidas al consumo y la generación de energía correspondiendo a las necesidades de su sistema socioeconómico.

            Son diversos los enfoques referidos a la energía, podemos mencionar los que van desde los aspectos físicos, fuentes energéticas, usos de la energía, tecnologías disponibles y por venir, marco legal de su explotación, viabilidad e impacto ambiental, hasta los aspectos económicos, políticos y sociales relacionados; lo cierto es que como quiera que se mire, la energía está vinculada estrechamente a la actividad humana, o dicho de otra forma, la actividad humana es energía, transformada constantemente en el devenir propio de esa actividad. Esa transformación va desde los alimentos que son energía solar transformada, hasta la forma humana fundamental que permite la utilización de la energía transformada y a la vez transformar la naturaleza para la satisfacción de sus necesidades: el trabajo.

            El trabajo no sólo es organizador de la producción, que es naturaleza transformada, sino de la sociedad que a partir de allí se satisface, por tanto, a efectos del presente ensayo, abordaremos la satisfacción de las necesidades de las sociedades como la estadounidense o la canadiense, desde la óptica de la producción y el consumo de energía de la que se sirven para lograrlo.

            Así, podemos afirmar que la energía necesaria plantea retos formidables para las sociedades humanas dado que existen límites objetivos a la explotación de los recursos naturales. Por una parte, los recursos naturales no renovables existentes por la evolución natural del planeta durante millones de años, son finitos, agotables. Por otro lado, los recursos naturales renovables son suceptibles de agotamiento dada la explotación irracional que en muchos casos sucede. Aunado a lo cual debemos considerar el cambio climático generado por la emisión de gases de efecto invernadero, consecuencia directa de la forma de producir y consumir la energía disponible que atenta contra la viabilidad de la especie humana y la vida sobre el planeta.

            Con la ayuda de algunos datos referidos a la producción y el consumo de energía de Estados Unidos y Canadá que señalan el patrón de consumo de dos importantes países del capitalismo central, analizaremos la matriz energética de América del Norte en perspectiva, comparándola con la matriz mundial y algunas referencias como la de los países emergentes y los países de la OCDE.

            El Efecto Consumo domina al Efecto Eficiencia

            Semanas antes de la Cumbre de París sobre el Cambio Climático, realizada en la capital francesa en 2015, tuvo lugar en Bolivia la Cumbre de Movimientos Sociales para tratar el mismo asunto. Allí, el presidente ecuatoriano Rafael Correa expuso algunos elementos que queremos mencionar en palabras del propio Correa porque dan peso específico a las conclusiones a las que apunta este ensayo, Rafael Correa habló de responsabilidades comunes pero diferenciadas, y habló del Socialismo de este siglo, para caracterizarlo en este marco dijo:

            “La solución más importante es una palabra que defina el socialismo: justicia, justicia ambiental a nivel planetario, que los grandes contaminadores se responsabilicen”. Y agregó:  “Que los más contaminadores reconozcan el daño, saqueos, contaminación que provocan, debemos crear un tribunal internacional para cuantificar y obligar a pagar la deuda ecológica de los más ricos, y evitar que siga creciendo. A la larga todos seremos pobres si esto sigue así.”

    El Presidente Ecuatoriano además reflexionó acerca de la lógica del capital y la imposibilidad de que en el marco del capitalismo se pueda resolver el problema del cambio climático y sus consecuencias, esto dijo:
           
            “… Lo importante es lo que tenga valor aunque no tenga precio, el aire puro de la selva amazónica, por ejemplo. El capitalismo con su lógica mercantil no podrá resolver esto porque para ellos lo que no tiene precio no existe.”
            “El hombre no se limita a lo material eso es un disparate antropólogico de los neoclásicos. La necesidad material ilimitada y los recursos escasos, la famosa tesis de la Teoría económica ortodoxa.”

            Así mismo, Rafael Correa expuso uno de los modos principales que sostiene esta hegemonía capitalista que pone en riesgo la continuidad de la vida de la especie humana:

            “En la Nueva división internacional del trabajo, ellos producen conocimiento, ciencia, tecnología, y las privatizan, nosotros generamos bienes ambientales que consumen gratuitamente. Un habitante de un país rico emite 38 veces más que uno de un país pobre, no es suficiente que los carros sean más eficientes, porque al final consumen más, el efecto del consumo domina al efecto eficiencia, 0,1 % de emisiones representan las emisiones de Ecuador pero igual sufrimos los efectos del cambio climático, por ejemplo, los pinguinos equinocciales de las islas galápagos que están en peligro de extinción.”
                       
En los siguientes gráficos podremos observar las cifra del consumo energético de los Estados Unidos, siendo este país el mayor consumidor del planeta.



          En los Estados Unidos, el petróleo es consumido principalmente como combustible para automóviles, autobuses, camiones y aviones (en forma de gasolina, diésel y combustible para aviones). Dos tercios del consumo de petróleo de EE.UU. se encuentran en el sector del transporte. Los Estados Unidos (un país de exportación importante para las reservas de alimentos) en el 2008 convirtió el 18% de su producción de cereales en etanol, y en 2007 el 25% de la cosecha de maíz entero fue para el mismo fin.

            El consumo de energía primaria en Estados Unidos está cerca del 86% de todos los tipos de energía utilizadas. En 2013, la mayor fuente de energía del país se dio a partir del petróleo (36%), seguido por el gas natural (27%), el carbón (19%), y por la energía nuclear (8%). El 10% restante fue suministrado por represas hidroeléctricas, y fuentes renovables.

            Los estadounidenses constituyen menos del 5% de la población del mundo, pero consumen el 26% de la energía mundial.

         El siguiente gráfico nos muestra la relación Producción – Consumo en Estados Unidos, durante los últimos diez años.


Para el 2015, los Estados Unidos de acuerdo a las cifras oficiales de British Petroleum producía alrededor del 14% de la producción mundial del petroleo, equivalentes a un 66% de su consumo.


Asimismo, podemos observar la producción y consumo de fuentes de energía como el Gas Natural y el Carbón en los Estados Unidos, llama la atención que en el caso del Gas, produce lo que consume.



Otros datos interesantes nos muestra el más reciente informe publicado por British Petroleum, donde se señala que el consumo mundial de energía primaria aumentó 1,0% en 2015, similar al crecimiento inferior a la media registrada en 2014 (+ 1,1%) y muy por debajo de su promedio de 10 años del 1,9%. Aparte de la recesión de 2009, esto representó el más bajo crecimiento mundial desde 1998. El crecimiento del consumo estaba por debajo del promedio de 10 años para todas las regiones, excepto en Europa y Eurasia; economías emergentes que representaron el 97% del aumento del consumo mundial. El consumo de la OCDE experimentó un pequeño aumento, con un crecimiento en Europa compensando la disminución de los EE.UU. y Japón. el consumo de China se desaceleró aún más, pero aún así registró incremento más importante del mundo en el consumo de energía primaria para el décimo quinto año consecutivo.

            Rusia registró la mayor reducción del volumen del consumo de energía primaria, sólo el petróleo y la energía nuclear crecieron a tasas superiores a la media. Las energías renovables en la generación de energía continuó creciendo vigorosamente, a casi el 3% del consumo mundial con respecto a las energías primarias, mientras que el consumo de carbón registró el mayor descenso porcentual de la historia.

            Por su parte, el consumo mundial de gas natural creció un 1,7% en 2015, un aumento significativo desde el débil crecimiento (+ 0,6%) visto en 2014, pero todavía por debajo del promedio de 10 años del 2,3%. Como con el petróleo, el crecimiento del consumo fue inferior al promedio fuera de la OCDE (+ 1,9%, lo que representa el 53,5% del consumo mundial), pero superior a la media de los países OCDE (+ 1,5%). Entre las economías emergentes, Irán (+ 6,2%) y China (+ 4,7%) registraron el mayores incrementos en el consumo, a pesar de que el crecimiento en China fue lento en comparación con el crecimiento promedio de 10 años del 15,1%. Mientras tanto, Rusia (-5%) registró el mayor descenso volumétrico, seguido de Ucrania (-21,8%). Entre los países de la OCDE, EE.UU. (+ 3%) representa el mayor incremento de crecimiento, mientras que el consumo de la UE (+ 4,6%) se recuperó después de un gran descenso en 2014. A nivel mundial, el gas natural representó el 23,8% de consumo de energía primaria.

            La producción mundial de gas natural creció un 2,2%, más rápidamente que el consumo, pero por debajo de su promedio de 10 años del 2,4%. Al igual que con el consumo, los EE.UU. (+ 5,4%) registró el mayor crecimiento, con Irán (+ 5,7%) y Noruega (+ 7,7%), los cuales también registraron aumentos significativos de la producción.

            El crecimiento fue superior a la media en América del Norte, África y Asia Pacífico. La producción de la Unión Europea una vez más se redujo significativamente (-8%), destacan los Países Bajos (-22,8%) fue el declive más grande del mundo. Grandes disminuciones volumétricas también se dieron en Rusia (-1,5%) y  Yemen (-71,5%).

            Asimismo, indica el informe, que el consumo mundial de carbón se redujo en un 1,8% en 2015, muy por debajo del crecimiento promedio de 10 años anual de 2,1% y el porcentaje más alto de disminución de nuestro conjunto de datos. Toda la disminución neta correspondió a los EE.UU. (-12,7%), parcialmente compensado por aumentos modestos en la India (+4,8%) e Indonesia (+15 %). La producción Global de carbón se redujo un 4 % , con grandes caídas en los EE.UU. (-10,4%) , Indonesia (-14,4%), y China (-2%), el consumo global de carbón se redujo a 29,2 %, la más baja desde 2005.

            Veamos en los siguientes gráficos las cifras correspondientes a la producción y consumo de petróleo, gas natural y carbón en Norte América, durante la ultima década, que dan cuenta del alto consumo en la región.







A manera de conclusión

            Algunos afirman que el fracaso de la ya lejana Cumbre de Copenhague está basado en la falta de acuerdo entre China y Estados Unidos, no obstante, de lo que se trata es de establecer una nueva noción de desarrollo como dice el Presidente de Ecuador en la cumbre de movimientos sociales de Bolivia. Estamos hablando, sólo para mencionar unas cifras, de emisiones per cápita de China de 7,9 toneladas de CO2, una cifra que está incluso por encima de las emisiones de los europeos (7,4 Tm per cápita –las emisiones per cápita de un estadounidense son 16,4 Tm).

            El plan Obama respecto a la Cumbre de París de 2015 a lo interno de Estados Unidos, establece la compra y venta de emisiones contaminantes, y la admnistración central otorgará créditos a las provincias estadounidenses para estas adquisiciones de licencias de contaminación, es el llamado sistema cap and trade.

            De este modo, los principales causantes del deterioro de las condiciones naturales del planeta y sus consecuencias sociales, seguirán atendiendo sus pugnas interimperiales, intercapitalistas, lo cual apunta a que la salida a las grandes crisis actuales no es en sí misma la fuente alterna de energía que se utilice, se trata de un nuevo sistema de necesidades humanas, la planificación integral de la economía que acabe con la enajenación del trabajo, que impulse el ahorro energético, principio mortal para la expansión capitalista; que suprima la intermediación de la propiedad capitalista entre la naturaleza y las verdaderas necesidades humanas, deben replantearse los paradigmas de consumo, utilizar el tiempo de energía fósil disponible para complementar la generación de fuentes alternativas de energía con planes generalizados de ahorro energético, de racionalización del consumo, en resumen, se trata de la búsqueda sincera del establecimiento de relaciones sociales armónicas entre los seres humanos y de estos con la naturaleza.