miércoles, 18 de febrero de 2015

FRENTE AL GOLPE DE ESTADO NOS PREGUNTAMOS ¿QUÉ HARÍAN LOS PITIYANQUIS SI TOMARAN EL PODER EN VENEZUELA?


Podemos responder esta pregunta elaborando una larga lista de acciones basada en la actuación de la derecha en momentos álgidos como el golpe de abril o el sabotaje petrolero. No obstante, nos referiremos a un evento que condensa la política petrolera del Comandante Chávez y a la vez es el centro del ataque oligarca:  la nacionalización de la Faja Petrolífera del Orínoco.
Este 26 de febrero se cumplen 8 años de la promulgación del Decreto 5200, un hecho relevante en el devenir de la Revolución Bolivariana, y que Chávez en 2012 resumía así:
“Ahora, yo hablaba (…) del proceso de nacionalización revolucionaria de la Faja Petrolífera del Orinoco, fue el 26 de febrero de 2007 (…) Habrá que conmemorar (…) aquel decreto 5200, a través del cual, el gobierno ordena a Pdvsa tomar el control total de la Faja Petrolífera del Orinoco, y comenzó el proceso, en la madrugada recuerdo, tomamos e izamos la Bandera Nacional en todos estos campos…
Cuando la burguesía plantea por ejemplo -ahí está el programa de la llamada MUD- allí dicen: “… hay que revisar, reformar y desmontar toda la legislación que tiene que ver con los hidrocarburos…”. Allí está clarito, lo que ellos plantean es volver a la “apertura petrolera”. También dicen que hay que revisar y estudiar la conveniencia de volver a impulsar el proyecto de la Orimulsión. Claro, eso es lo que les exigen quienes los están financiando, que pretenden volverle a poner la mano a toda la Faja del Orinoco y la riqueza petrolera venezolana.”
            Recordemos que con la apertura petrolera el capital transnacional, con la reverencia de la derecha, expropiaba al pueblo de Venezuela el manejo y uso soberano de nuestro principal recurso: el petróleo. Mientras el decreto 5200 promulgado por Chávez establece en su artículo 2: “La Corporación Venezolana del Petróleo, S.A., u otra filial de Petróleos de Venezuela, S.A., que se designe al efecto, será la empresa estatal accionista de las nuevas Empresas Mixtas, correspondiéndole como mínimo, en cada una de ellas, una participación accionaría del sesenta por ciento (60%). El Ministerio del Poder Popular para la Energía y Petróleo determinará en cada caso, la valoración de la Empresa Mixta, la participación accionaría de la filial de Petróleos de Venezuela, S.A. designada a efecto, y los ajustes económicos y financieros que fueren procedentes.” (Subrayado nuestro).
Los trabajadores y el pueblo bolivariano estamos claros: PDVSA pertenece a la sociedad venezolana, a esta generación y a las futuras, nosotros somos garantes de que ella sirva a la sociedad del presente y del futuro, que preserve el amor anidado en el corazón de nuestro Comandante al reivindicar al humano con las misiones. No hay otra fórmula para su funcionamiento que administrada por el Estado, representante de todos los venezolanos, como lo establece el Libertador Simón Bolívar en el Decreto de Quito de 1829 al sentenciar: “las minas de cualquier clase corresponden a la República”, principio que se aplicará a la postre a metales que todavía no se explotaban para la época, y en última instancia, a los yacimientos de hidrocarburos. De esta manera, se sientan las bases sólidas y perdurables del rescate de nuestra soberanía e independencia, refrendadas por la Constitución Bolivariana en su artículo 302.
Para el pueblo es vital reflexionar, pensar en las consecuencias de una victoria de sus enemigos, y  para intentar respuesta a la crucial pregunta del título, no hay otra vía que investigar en los antecedentes históricos, los nexos internacionales de la oligarquía, y de esos datos concretos deducir su comportamiento.
La historia es clara, nos dice que los que hoy atacan a la Revolución son los mismos del pacto de punto fijo, del golpe de Abril y del sabotaje petrolero. Sus nexos internacionales son estrechos, íntimos con el imperio capitalista, ahí están las declaraciones del Vicepresidente gringo y del General Stewart, preludio de la intentona golpista.
Vistos estos datos, podemos ya deducir su comportamiento en un supuesto gobierno pitiyanqui. El primer ingrediente será la represión, recordemos los miles de muertos y desaparecidos de la cuarta, el “dispare primero y averigüe después” de rómulo, el padre de la dictacracia de la cuarta, el ametrallamiento a las manifestaciones de estudiantes y obreros.
Los datos son suficientes para deducir que con un gobierno de ellos no habrá paz, al contrario, volverán las balas a las manifestaciones, los muertos. Volverá la miseria espiritual y material, morirá la esperanza.
Si ellos regresan el petróleo será regalado al imperio, volverán los meritócratas, que con sus fluxes de marca y sus poses de perdonavidas, hicieron de PDVSA un simple instrumento para trasegar petróleo barato a los tanques gringos y europeos, y traer miseria a los barrios nuestros. El decreto 5200 quedará sin efecto, volvería la apertura petrolera.
Son suficientes elementos para deducir que un gobierno de ellos sería catastrófico. Los males que hoy están en vías de resolverse, se agudizarían en minutos. Acabarían con el legado del Comandante.
            El objetivo de los pitiyanquis es el corazón económico de la Revolución Bolivariana, la Plena Soberanía Petrolera, base de sustentación de la edificación material y espiritual del Socialismo, legado del Comandante que todos debemos preservar.

¡Viva el Socialismo!
¡Viva la Plena Soberanía Petrolera!
¡Viva el Decreto 5200!
¡La Faja y PDVSA son del Pueblo!
¡No entregaremos el Legado del Comandante Chávez!

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